Laura Fernández tiene 32 años. Luego de 27 años de silencio se animó a contar la pesadilla que sufrió durante su niñez. Según relata, fue abusada por sus primos mellizos, Alejandro y Nicolás Vázquez, desde los 5 hasta los 12 años en su casa de Hurlingham. A pesar de que nunca hizo la denuncia, luego de un ultimátum para que le pidan perdón por lo hecho, Laura contó su historia a través de un video de Youtube.
“Di la oportunidad para que solo me pidan perdón y no lo hicieron. Fueron años de abuso que hoy decido romper la cadena, y exponerlos, a pesar de exponerme a mí misma”, declaró Laura.”Toda mi familia lo sabía y nadie hizo nada”, aseguró.
Sin la posibilidad de una denuncia penal por el tiempo transcurrido, Laura decidió contactar a sus primos porque necesitaba exigirles que le pidieran perdón por haberla abusado y violado desde que tenía 5 años.
“Encontré a Nicolás por Facebook y le escribí una carta diciéndole que necesitaba que me pida perdón. Como su hermano estaba ciego y no podía leer lo que yo escribía, que lo haga él. Tenía tiempo hasta el 23 de mayo, caso contrario, haría pública la historia y acá estoy, contándolo”, sostuvo la mujer, que actualmente es madre de dos hijos.”Necesitaba que me pidan perdón por lo que me habían hecho”.
“Hoy en día tengo muchos problemas, pesadillas, siempre tuve parejas destructivas hasta mi novio actual que es con el único que pude hablar de lo que me pasaba sin que me juzgue. Llegué a tener un novio que me decía que lo que me pasó fue porque a mí me gustaba y durante mucho tiempo sentí culpa, pero ya no”, dijo.
El 23 de mayo se cumplió el segundo aniversario de la muerte de su abuela y la fecha que había establecido como límite para contar su drama familiar.
Laura sigue viviendo en Hurlingham, a sólo cinco las cuadras de uno de sus abusadores. “Desde la última vez, que fue cuando tenía 12 años, no fui más a eventos familiares, me lo crucé alguna que otra vez por la calle, porque acá todos nos conocemos, pero siempre lo evité”.
Alejandro y Nicolás Vázquez son ocho años más grandes que Laura. “Alejandro está ciego y enfermo. Se dónde trabaja Nicolás, incluso un día lo llamé a su trabajo y no estaba pero le dejé un mensaje: ´dígale que lo llamó Laura, la prima a la que violó y abusó´”.
“Si logro que al menos una víctima de abuso denuncie, todo sirvió para algo. Sé que esto expone mi vida, pero es necesario”, dijo Laura que en tan solo tres días recibió más de 500 mensajes donde otras mujeres le cuentan que vivieron situaciones parecidas a la suya.
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