
Por Hugo Elías |
El descubrimiento de las obscenas maniobras de espionaje, persecución y armado de causas filmadas por los agentes de la AFI macrista pone al descubierto el objetivo anti obrero “Gestapo” que tuvo el gobierno de Juntos por el Cambio.
Lo que se sabía de la persecución a dirigentes gremiales, políticos opositores, empresarios díscolos a través de las investigaciones judiciales salió en tecnicolor en el Banco Provincia en su edificio en CABA. En esa reunión aparece claramente el modus operandi, los empresarios provocan malestar obrero en sus empresas, el sindicato reacciona, filman las supuestas agresiones, se hacen las respectivas denuncias judiciales contra el gremio y los jueces y fiscales arman una causa dirigida al encarcelamiento de los dirigentes gremiales. Estos fueron Suarez, Medina, Baradell, Moyano, entre otros. Unos fueron presos otros no.
La orquesta la dirigían los tres agentes superiores de la AFI junto al ministro Villegas que quería/quiere una “Gestapo” para terminar con los gremios. Cualquier derivación hacia las enseñanzas de Funes de Rioja de la UIA no es mera coincidencia.
Son los gerentes de RRHH de las grandes empresas que los contratan para perseguir, despedir y domesticar a los trabajadores sin miramientos como aquí se demuestra. Ese tipo era ministro de trabajo de Vidal. Fue con Arribas, el número 1 de la AFI a verlo a Macri, y aseguró tener armado el circuito de jueces y del Procurador Conte Grand para encarcelar dirigentes gremiales. Antes pasó por Telecom y grandes empresas destruyendo cualquier organización sindical, negrero siglo 21 bah.
Funes de Rioja no es industrial, es un experto internacional en Relaciones del Trabajo desde la mirada patronal mas reaccionaria y no es extraño que la UIA mire para otro lado ante este escándalo.
No cuesta mucho unir los diferentes elementos de esta y de otras operaciones: Poder político, empresarios, cúpula de los espías de la AFI, fiscales y jueces que motoricen denuncias armadas buscando la cárcel y el escarnio de opositores.
Estamos frente a un aparato monumental de dominación basado en la detentación del Estado y el uso arbitrario de sus herramientas.
Tras el objetivo de acumular como sea las grandes ganancias que produce nuestro país, centralizando en la indiscriminada circulación financiera, el macrismo montó un fabuloso aparato represivo de la protesta gremial, de la oposición política, que hoy sale a la luz, cámara y acción en la filmación en el Banco Provincia.
Ese modo de acorralar toda voz opositora cuenta con los resortes de la Agencia oficial de espías, la AFI, los principales fiscales, jueces, de los juzgados nacionales, los funcionarios nacionales, provinciales y municipales del gobierno de Juntos por el Cambio, la poderosa entente informativa que maneja el 90% de los medios hegemónicos que operan permanentemente mintiendo e inventando escenarios contra el gobierno, construyendo operaciones periodísticas.
Operaciones que cuando gobernaban, varias veces terminaban con opositores políticos encarcelados, denigrados, perseguidos, denunciados públicamente como corruptos y ladrones.
Todo con un seguimiento de los funcionarios políticos que se reunían con el presidente Macri con el plan previsto donde la pata judicial estaba aceitada para armar causas punitorias falsas con espionajes varios, con encarcelaciones arbitrarias sin respetar el derecho de defensa. Todo con la cobertura “legal” de la mínima corte de justicia, con la inmensa cobertura mediática y con los empresarios que buscan la maximización de ganancias aún con ilegales métodos.
Un aparte sobre esta cuestión, el permanente aumento de precios, aún de los acordados con el gobierno, llevando la inflación anual al 50%, es un resabio poderoso del macrismo. Ya no pueden operar contra los sindicalistas, pero bombardean los esfuerzos gubernamentales con trampas e injustificados aumentos en productos de primera necesidad. Actúan políticamente y quieren que al gobierno le vaya mal aún a costa del hambre de los argentinos.
Mesa judicial nacional y provincial con espías de la AFI, empresarios, funcionarios nacionales y provinciales encabezados por Macri y María Eugenia Vidal, jueces y fiscales, procurador nacional y provincial, amparo de los jueces supremos.
Toda una confesión de parte al calor del telón corrido.
Esta fue la forma de conducir el país de Mauricio Macri, entre las sombras, con aprietes y seguimientos, encarcelando opositores y dirigentes gremiales, persiguiendo a la ex presidenta y a su familia buscando su destrucción física y política. Ordenando el endeudamiento mas grande de nuestra historia que nadie sabe explicar dónde están los dólares que debemos pagar.
Una organización mafiosa tomó el estado argentino y lo usó para sus enormes trasferencias millonarias y no trepidó en reprimir, perseguir, encarcelar y denigrar personalidades.
Estos son los principales actores de la desgracia que hoy sufrimos, están ahí, en la “Gestapo” de Vidal y en las de Macri con sus políticos, empresarios, dueños de los medios hegemónicos, sus denunciadores seriales como Carrió, y el poder judicial corrupto que jugaba al paddle con el capo en Olivos. No olvidar nunca a los banqueros…de aquí y del norte.
No les interesa la democracia, la trampean, añoran su ausencia, boicotean todo para ponerla en peligro, buscan el fracaso del gobierno proponiendo ajuste y hambre. Ya lo hicieron cunado gobernaron, su programa no cambió.
A las mafias apalancadas en el poder político se las borra con el voto y una nueva dirección política transparente tributaria de las necesidades populares por sobre la avaricia miserable oligárquica. Las zancadillas son de todos los días, pero hay dos principales cuando la mafia no ejerce el poder político: las mediáticas y las judiciales que han llegado al paroxismo de nombrarse supremos en la corte votándose a si mismos.
La colonización de nuestras subjetividades que todos los días intentan los medios debe ser combatida por una decidida comunicación oficial dirigida a estigmatizar a los enemigos del pueblo en todos los ámbitos. No hay buena educación con los mafiosos ni con los provocadores seriales de la inflación.
La vergüenza del poder judicial oligárquico, tramposo, tributario de la organización mafiosa del macrismo debe ser denunciada y mostrada ante el país y el mundo con su impresentable Corte.
Acá no hay votos, debe haber protesta y movilización popular.
El 1F es el primer paso, no es extraño que surja de jueces probos, sectores populares, gremiales, organismos de DDHH, y un sentido generalizado de hartazgo. Ahí estaremos y esperemos que el gobierno escuche y actúe.

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