
Por Hugo Elías |
No es una exageración decir que el gobierno cuasi dictatorial de Gerardo Morales es una muestra de lo que será el gobierno de Bullrich, Larreta, con el patrocinio de Mauricio Macri.
La represión desenfrenada al pueblo jujeño que pacíficamente protesta, la encarcelación, las razzias nocturnas a los militantes, los disparos con balas de goma a la cara, los incontables juicios y demandas a los manifestantes, son parte de la defensa de la tramposa y repudiada reforma constitucional aprobada entre gallos y medianoche. Exactamente de madrugada y con los votos de la “oposición” del peronismo jujeño.
Esta barbarie, que perdura por la resistencia popular, fue aprobada por la totalidad de los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio, del PRO, los radicales de la UCR, los lilitos del ARI en una foto familiar con Macri en el centro. No hay fisuras, alianza con el poder económico financiero, miseria popular y represión.
La represión es tal que la Universidad Nacional de Jujuy al repudiar la intromisión de efectivos policiales en sus instalaciones al mismo tiempo ofreció sus predios como lugares de asilo para todos los ciudadanos perseguidos.
Sus propuestas son ostensivamente antiobreras y como siempre entreguistas de lo público a lo privado para esquilmar al estado en beneficio de los cuatro vivos de siempre. Ya lo hizo Macri y lo dicen sin ponerse colorados, arrasar con el salario vía devaluación, liberar la bicicleta financiera, endeudar hasta siempre con el FMI, achicar el estado para no tener déficit, en salud, en educación, en empresas de servicios, con el consiguiente despido en masa de empleados públicos. La “grasa militante” que la reemplazaron por miles de trolls que envenenan las redes. Libre exportación e importación sin ningún cuidado de la producción local, por lo tanto, mas desocupación y miseria. No son propuestas nuevas, ya las hicieron Macri, Cavallo y el dictador Martínez de Hoz.
Tienen claro que tal programa genera resistencia y por eso están del lado de Morales, como en Jujuy serán represores convencidos y no tendrán miramientos del respeto a la democracia ni a la Constitución.
Cuando se dice a los gritos que el “Kirchnerismo debe desaparecer” se dice: son argentinos que se deben reprimir, ir presos, y si es necesario meterles bala.
Ya lo han hecho cuando Macri fue presidente y Bullrich ministra, hoy lo dicen abiertamente, y lo hacen en Jujuy. No hay lugar para la duda, este fascismo moderno expresado en Jujuy por Morales debe ser denunciado y combatido con todas las herramientas legales de la democracia. Es lo que propone a sus votantes Juntos por el Cambio. Las diferencias que intenta mostrar Larreta se diluyen al mostrar al vice de su fórmula, el hacedor de la violencia.
La careta se cae día tras día, las ansias de gobernar para sus propios intereses y de los que representan los llevan a reclamar al FMI la destrucción económica del país vía el apriete de las condicionalidades a las posibilidades de la Argentina de acordar con el prestamista. Llamaron a los negociadores del FMI para que no dieran facilidades de pago a nuestro país. No sólo son fascistas modernos, también son traidores a la patria.
La resolución del peronismo de sus fórmulas presidenciales para las PASO sin agresiones rupturistas allanó el terreno para que la derecha se desbocara. Una cosa es un peronismo unido y respetuoso de las internas y otra cuestión es una batalla constante como hoy tiene JxC. Ambas cuestiones hoy ocurren, lo que no quiere decir que la derecha difiera en su programa lo que los divide son los negocios. La representación del capital concentrado basado en las ganancias enormes que ofrece la jibarización del estado, la devaluación prevista, la represión a la protesta popular, la utilización del poder judicial a su servicio, la persecución y la cárcel para los peronistas y opositores, son todos ítem compartidos tanto por Bullrich/Petri como por Larreta/Morales.
Diferencia central con Unión por la Patria, donde las diferencias entre Massa y Grabois son de acción política ante las necesidades populares. Al compartir una visión del Estado como hacedor de igualdad, de beneficios sociales y de crecimiento de la economía las diferencias son compatibles en el marco de la superación de la inclusión social de millones de argentinos hoy excluidos. Pero esta exclusión y su paulatina desaparición es parte del programa tanto de Massa como de Grabois, las diferencias son de instrumentación, pero no del objetivo. No hay espacio para la ignorancia del carácter cuasi fascista, represivo de JxC.
Unión por la Patria debe ser tajante en la denuncia en todo el país, con todas las herramientas políticas y democráticas, de la barbarie que sufren los jujeños. La intervención del PJ jujeño por parte de Alberto Fernández como presidente del PJ nacional va en ese camino.
Lo de Morales en Jujuy es una muestra de lo que piensan hacer si ganan el gobierno nacional, no hay denuncia que sobre ni defensa de la democracia que abunde. La democracia está en peligro, Morales lo advierte.

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