
Por Hugo Elías |
“Hemos decidido invitar a la República Argentina, la República Árabe de Egipto, la República Democrática Federal de Etiopía, la República Islámica de Irán, el Reino de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos a convertirse en miembros plenos del BRICS”. Este escueto comunicado encierra la noticia mas importante de la política internacional de nuestro país y es la contracara del agresivo tratamiento de la deuda contraída por Macri por parte del FMI.
Al mismo tiempo desenmascara el antipatriotismo de la oposición de JxC y de los libertarios. Bullrich y Milei se pelearon por ser mas antipatrias y proimperialistas rememorando escenas de la guerra fría del siglo pasado, nada con los comunistas chinos, ni brasileños, ni los iraníes ni con los rusos. No vale la pena discutir sus argumentos que ni propios ni ajenos defenderán.
Ingresar a un grupo de países que conforman un ámbito de intercambio comercial de producciones tanto agrarias, minerales como de alto nivel tecnológico que son el 30% de la economía mundial es un salto enorme para nuestra economía y el desarrollo global argentino. No sólo por el intercambio privilegiado entre los países miembros sino también por el acceso a capitales del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD BRICS) lo que para nuestro país es fundamental para salir del corsé del FMI.
La pertenencia a BRICS no supone una comunidad ideológica sino la comunidad de negocios mutuos entre sus miembros mas allá de sus alineamientos políticos. Con sólo mirar los países que integran los BRICS hay de derechas ultras hasta comunistas, de lo que se trata es de favorecer negocios mutuos en un mundo en transformación hacia el multilateralismo abandonando la hegemonía capitalista yanqui/europea. Todo el mundo lo sabe menos los reaccionarios Milei, Bullrich y su sostén “teórico” Mauricio Macri.
Lo que sí sabemos a través de estos movimientos post/PASO es que Milei es Macri, no lo ocultan, uno le ofrece cargos a Macri y este defiende al patilludo al punto de hacer peligrar la unidad en su propio partido. Los radicales no saben donde meterse, el larretismo está desaparecido, y el acuerdo del gobierno con el FMI hasta noviembre promete estabilizar la economía con las medidas hacia los mas necesitados que promete Massa.
El resultado de la elección depende mas de la presencia estatal peronista asumiendo su rol de representación popular ante la ofensiva declarada de la oposición como enemiga de todas las conquistas populares. Desenmascarar que buscan la pobreza de las mayorías, reprimir la protesta, endiosar el individualismo que atrasa, empobrece a cada uno y al país.
La militancia debe tener presencia basada en la gestión del gobierno y este tomar medidas concretas. Aumento de suma fija para los salarios debajo de la línea de pobreza, aumento de la AUH, congelamiento de precios, impuestos justo a los grandes formadores de precios, no respetar a los prepotentes del capital concentrado.
Es preciso convocar a las organizaciones populares para la defensa en las calles del programa de gobierno frente a los aprietes del FMI y de los abusos de los grandes generadores de inflación a través de sus precios abusivos y apartados de las necesidades populares.
Los aumentos salariales no son para estos vivos, son para mejorar la vida popular, para el disfrute y la tranquilidad familiar, para tapar los agujeros que duelen por injustos.
No abundaremos sobre quienes tienen que asumir su responsabilidad y terminar con los abusos. Saben y sabemos quienes son. El gobierno debe hacer su parte, el FMI no aprieta hasta fin de las elecciones y sabemos a quien vota, nunca a Massa. Lo nuestro es la calle, la presencia popular vota, y mucho. Convocar a la protesta para defender una democracia inclusiva ante la descarada pretensión de ruptura del pacto democrático vía represión si son gobierno. Todavía no ganamos, pero tampoco perdimos, la banda presidencial está en las urnas.

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