Luego de la masiva jornada de protestas en plazas de todo el país exigiendo la liberación de la joven, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó ayer que Belén sea puesta en libertad.
La pesadilla de Belén, nombre que usa para preservar su identidad, comenzó dos años atrás cuando llegó al Hospital Avellaneda en San Miguel de Tucumán con una hemorragia vaginal que apenas le permitía caminar. La joven no sabía que estaba embarazada.
A pesar de que el médico diagnosticó un cuadro de “aborto espontáneo” la sala III de la Cámara Penal de Tucumán la condenó a 8 años de prisión por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía” luego de que los jueces consideraran que tuvo a su bebé en un baño del hospital Avellaneda y que lo asesinó arrojándolo a un inodoro.
Su caso conmocionó a distintas organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional que con el apoyo de artistas, periodistas y políticos, pidieron su liberación. El viernes pasado bajo la consigna #LibertadParaBelén hubo una convocatoria a Plaza de Mayo y a distintas plazas en todo el país exigiendo su liberación.
Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó que la joven fuera puesta en libertad a través de un fallo que se dio a conocer en la tarde de ayer y que lleva la firma de los vocales Antonio Gandur, Antonio Estofán y Daniel Posse.
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