
La pérdida del poder adquisitivo de los salarios, los tarifazos constantes en los servicios públicos y la recesión en la que está sumida la economía, llevaron a una caída de las ventas en el Mercado Central que llegó al 50% en el mes de febrero.
Si bien las ventas venían cayendo y durante 2018 habían bajado entre el 30% y el 40%, febrero terminó de encender la alarma y nadie prevé un repunte de al actividad.
El titular de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas del Mercado Central (COMAFRU), Fabián Zeta, declaró al medio BAE Negocios: “El sector enfrenta el peor momento de las últimas décadas porque las ventas de frutas y verduras bajaron un 50%. Las verdulerías tampoco colaboran con la coyuntura porque remarcan muchísimo, sin relación con los precios nuestros”.
El directivo del mercado ubicado en La Matanza, no descartó que este año se registre más pérdida de empleo. El sector viene reclamando congelamiento en el costo de los alquileres de los puestos, además de una reducción de las tarifas de luz.
Por otro lado, Zeta se quejó del trabajo informal y los puestos ilegales, señalándolos como uno de los problemas a los que se enfrenta el Mercado Central.
Más allá del inconveniente que representa la venta ilegal por la falta de controles bromatológicos y por la competencia desleal, son la caída del consumo, el derrumbe de los salarios y la depresión del mercado interno, entre otros factores los que producen está pronunciada caída en las ventas.

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