Argentina venció a Australia 2 a 1 y espera Países Bajos el próximo viernes en el Lusail. El equipo de Scaloni fue muy superior pero el resultado quedó corto y debió resistir en el final.
El estadio Ahmad bin Ali fue el escenario de un encuentro que en el inicio mostró a una selección australiana abroquelada, sus tres líneas compactas en 25 metros y un equipo argentino que con paciencia, aunque carente sorpresa, se adueñó de la pelota sin chances de gol.
El juego no daba para mayor análisis hasta los 34 minutos, cuando llegó el toque corto en la derecha de Mac Allister, para Otamendi que la soltó para Messi que perfilado de zurda (rodeado de cuatro defensores) la colocó de primera con maestría contra el palo derecho para el 1 a 0. Desahogo argento, tanto para la multitud que colmó el estadio como para los millones en cada rincón de la patria. Fue un primer tiempo de mucho estudio y cautela. Argentina fue nuevamente un equipo confiable que merodeo el área rival y golpeó en el momento justo.
Para la segunda mitad el entrenador Scaloni movió piezas, ingreso Lisandro Martínez por Alejandro Gómez para conformar una línea de 5. Australia apostó por presionar bien arriba, a buscar el error de los defensores argentinos, sin embargo esa misma fórmula le permitió llegar al segundo gol al equipo nacional: pase atrás al arquero Ryan presionó De Paul y Julián Álvarez arremetió con un toque sutil para el 2 a 0. Contexto ideal antes del primer cuarto de hora y minutos posteriores con libertad en el ataque.
Los puntos suspensivos llegaron con el gol de Goodwin a los 32 minutos, rebote mediante en Enzo Fernández. La pelota ingresó contra el palo izquierdo, el Dibu Martínez quedó estático. Y un final abierto en el que Argentina debió soportar los embates del equipo de Oceanía. En el minuto 42 Lautaro Martínez pudo cerrar el partido pero malogró una chance clarísima tras una conducción excelente de Messi. En el final el Dibu Martínez evitó el empate australiano en un mano a mano que era el empate.
Nadie puede negar que está Selección Argentina juega con el alma. Sus argumentos futbolísticos y el capricho del fútbol dirá hasta donde puede llegar en este Mundial. El sueño está latente, el próximo paso, Países Bajos el viernes a las 16.
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