
El Cactus habló con Karina Bellido, cuñada de Esteban, víctima de gatillo fácil en el barrio Vernazza de Virrey del Pino, el mismo donde asesinaron a Daniel Barrientos, el colectivero de la línea 620. “Lamentablemente nuestro barrio es conocido por estos hechos y los vecinos hoy somos rehenes de esta situación”, aseguró.
– En los últimos días se instaló en algunos medios que la bala que asesinó a Daniel Barrientos era para tu marido que se encontraba viajando al momento del homicidio. ¿Crees que hubo un mensaje mafioso?
Nos desligamos totalmente de esa versión, no tiene absolutamente nada que ver, esto fue un hecho de inseguridad más como cualquiera de los que vemos todos los días. Se dijeron cosas que no tienen relación con lo sucedido con Esteban. Mi marido tuvo la desgracia de estar en un lugar donde no tenía que estar, como le pasó a Esteban. Yo tengo que salir a aclarar esto porque mi marido no quiere dar entrevistas, quiere resguardarse lo máximo posible. Desmentimos absolutamente esa situación.
– ¿Qué cambio en Vernazza después del caso de Esteban?
Desmantelaron el bunker, es verdad, pero Gendarmería en el barrio duró una semana. La prensa se olvidó del tema, las autoridades también y a la semana siguiente el bunker volvió a funcionar en las narices de la policía como siempre. Los delincuentes roban dentro del barrio, compran lo que tienen que comprar y salen. Estamos mucho peor que antes, directamente a la deriva.
– Por lo que comentás, la situación no mejoró, al contrario.
Esto sigue peor, roban a los chicos que vienen a la escuela, a la gente que sale a trabajar, no te sacan gran cosa porque ya nos acostumbramos a salir con lo justo, sin el celular y la billetera. Ahora roban autos, y esperan el colectivo en la esquina para subirse. Es una locura.
– ¿Volvió a circular el servicio de colectivos dentro del barrio en estos días?
Ahora estamos sin servicio, no entran los colectivos al barrio. Hay vecinos que tienen que caminar diez, doce, veinte cuadras hasta la Ruta 3 a las cuatro de la mañana, totalmente expuestos. Entendemos que la empresa no quiere arriesgar a los trabajadores, pero los vecinos estamos pagando por algo que no es culpa nuestra.
¿Cómo sigue el reclamo por la presencia de Gendarmería en el barrio?
Después del asesinato de Esteban, tuvimos reuniones y nos prometieron que a partir del ocho de noviembre, en quince días, nos iban a dar una solución pero nunca aparecieron. Después de lo del chofer insistimos con el pedido de Gendarmería en el barrio. Personalmente, la familia se acercó al Ministerio de Seguridad de la Nación, a entregar la carpeta con firmas de vecinos de Virrey del Pino lo mismo hicimos en el Ministerio del Interior y la propia Gendarmería. Estamos esperando una respuesta.
– ¿Cómo considerás la respuesta de las autoridades ante la problemática?
Nosotros como vecinos no recibimos respuestas por parte de la política, no la tuvimos nunca. Nos sentimos excluidos y rehenes de la situación porque nos tenemos que quedar adentro de nuestras casas y los delincuentes yendo y viniendo para el campito (NdeR: Así denominan al bunker ubicado en la calle Escribano). Todos sabemos quiénes son y quienes los resguardan.

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