10 junio, 2023

Staff | Contacto

Parar la inflación, renegociación con el FMI y salarios justos

Por Hugo Elías |

Hay por lo menos tres números que describen la economía argentina: 6,6% de inflación en febrero, 39,2% de pobreza en 2022, un crecimiento de la economía argentina de casi un 6% y un descenso del desempleo casi de 6%.

El crecimiento económico y el descenso del desempleo son efectos consecutivos uno del otro, mas crecimiento mas trabajadores necesarios. Aquí la pregunta del millón, ¿si hay mas crecimiento, por lo tanto, más ganancias empresariales, más trabajadores ocupados, porqué crece la pobreza? La primera respuesta sin equivocarse contiene dos razones: aumento de precios y salarios bajos, por debajo de los aumentos inflacionarios de la canasta familiar.

Ver: FORO ECONOMIA Y TRABAJO – URGE QUEBRAR LA INERCIA INFLACIONARIA

La inflación del 6,6% es el promedio de un conjunto de productos, pero es bastante mayor, cerca de un 10%, cuando esos consumos son los que las familias mas pobres compran como lácteos, carne, pan, fideos, yerba, frutas.

Si los salarios no llegan ni al 6,6% oficial y menos al 10% de la canasta familiar de los hogares trabajadores es lógico que la pobreza aumente y hoy tenemos 18,1 millones de argentinos pobres. Los números son fríos, pero para quien escribe son terroríficos e injustos en un país rico y con bajísimo desempleo. Estamos hablando de familias que casi no consumen carne, con alimentación empobrecida en calorías, donde los insumos escolares se reducen como los útiles y zapatillas, el esparcimiento es casi una promesa incumplible y la ropa pasa del mas grande al mas chico o es del año pasado o de un primo.

Ese aumento inflacionario de los precios no es porque los salarios aumentaron ni porque se desmadraron los insumos industriales, o los energéticos, o por algún impuesto sorpresivo a los productores de servicios o alimentos.

Nada, pero nada aumentó un 6,6% en febrero para los fabricantes de alimentos y son ellos que después de acordar los Precios Justos a un 3,2% desconocieron el compromiso y pusieron precios desde un 7% a un 40% de aumento.

No es sorpresa, son los mismos de siempre: Arcor, Ledesma, Molinos, Quilmes, Mondelez, Mikaut, etc. En esta semana sus nuevos precios fueron rechazados por los supermercados por no respetar lo acordado, pero los mantienen en los comercios de cercanía donde estos no pueden rechazarlos dado la necesidad de vender para mantenerse.

La inflación es asumida por los grandes oligopolios alimenticios como un elemento de enriquecimiento y como una política de debilitamiento del gobierno del Frente de Todos. Es preciso que el gobierno tome dos medidas principales.

Por un lado, la recomposición salarial urgente a través de una suma fija que ponga las paritarias sobre el monto inflacionario y que asuma como meta la superación de la línea de pobreza para los trabajadores formales e informales.

Por el otro una serie de medidas antinflacionarias que frene esta barbarie empresarial que tiene todo el contenido de una política golpista antidemocrática que se suma a las posiciones políticas antidemocráticas que van desde la mafia judicial de la Mínima Corte, la falacia diaria de los medios, el ninguneo al Parlamento de Juntos por el Cambio hasta la violencia criminal del intento de asesinato de la vicepresidenta. En suma, el bloque de poder antipopular busca la súper inflación.

Es preciso agregar a estos condicionantes los compromisos con el FMI, la deuda pública que restringe las reservas de dólares para proyectos públicos y privados impidiendo desarrollos necesarios para nuestro país.

Ante ello el gobierno aparece como incapaz de romper con una inercia marcada por deuda con el FMI, la inflación descontrolada y la caída de la capacidad salarial de los trabajadores.

En un importante documento el Foro Economía y Trabajo aborda en su documento “Urge quebrar la inercia inflacionaria” una serie de medidas para frenar esta inflación depredadora.

Plantean Feletti, Aronskind, Miceli, De Latorre, entre otros, como punto de partida una renegociación del convenio con el FMI, ya incumplible por la pobreza del 40%,  por la guerra, y ahora por las consecuencias de la sequía. Lo dicen así:

“Su renegociación integral(el acuerdo con el FMI), eliminando condiciones a decisiones soberanas de política económica, o en su caso su denuncia, es indispensable para llevar a adelante una estrategia antinflacionaria no recesiva y no regresiva”. Para luego plantear medidas a tomar.

Entre las medidas destacan un acuerdo de precios que llegue también los comercios de cercanía, en el marco de declarar la emergencia alimentaria y nutricional, congelando los precios de una canasta básica. También proponen tarifas de los servicios públicos sobre los costos reales y no sobre los precios internacionales. Proponen que Precios Justos sean de acuerdo con las empresas productoras por boca expendio evitando remarcaciones. También es preciso que las tarifas de los servicios públicos se hagan sobre los costos reales y no sobre los internacionales que son mucho mas caros.

Trasmitimos parcialmente este documento como muestra de la existencia de economistas populares que destruyen las sanatas liberales que nos han llevado a la entrega y la pobreza.

No se trata de ser economistas, se trata de saber que hay caminos a tomar que suponen decisión y patriotismo. La militancia popular debe saber que hay otros caminos hacia la justicia merecida por nuestro pueblo. Esos caminos proponemos y exigimos del gobierno. Se sabe que estamos en la calle cuando es por la justicia social que nuestro pueblo merece. Los cientos de miles en la calle el 24 de marzo lo acreditan.

Sumate al cactus

Medio de comunicación autogestivo con noticias locales y de la región.

Artículos relacionados