
Por Hugo Elías |
La disyuntiva presentada a estas horas es mas que clara, ganar las elecciones. Derrotar a la derecha, es un imperativo popular ante el peligro cierto de enfrentar una horda de desaforados enamorados de la represión y de la miseria popular.
No es exageración, lo dicen ahora descaradamente y lo intentaron en el gobierno de Macri, pobreza, deuda, robo de la deuda millonaria en dólares, represión, cárcel y muerte para los opositores, sean peronistas o mapuches. El ejemplo descarnado de Jujuy con una represión sin miramientos es lo que vendrá si estos tipos son gobierno.
Su fuerza es el conglomerado oligarca empresarial y mediático mas importante de estos últimos años, lo dicen a toda voz “hay que hacer desaparecer el kirchnerismo”, y por lo tanto al peronismo. Con lo cual dicen, endeudarse, miseria, entregar las empresas públicas, el atraso social que inició Macri. Para ello están dispuestos a la represión mas feroz.
No podemos jugar a perder las elecciones ante ese proyecto de exclusión, ganar es la principal meta. Lo dijo Cristina que es la dirección indiscutible del peronismo y por lo tanto de Unión por la Patria. La fórmula Massa-Rossi está no solo avalada por Cristina expresando el peronismo mayoritario sino también por los gobernadores que exigieron una fórmula de unidad y todas las expresiones sindicales CGT, CTAs. En el marco de una división posible encarada por la tozudez del presidente de ir a unas paso con representantes propios como Scioli y Tolosa Paz. La presencia de Juan Grabois era esperable dado su anuncio “si Wado se baja me presento a las Paso para presidente”, el que avisa no traiciona. Encarna una militancia que expresa nuevos actores políticos como los nucleados en las barriadas populares sin encuadramiento expresados en el Frente Patria grande pero su presencia es mas importante ya que ofrece una alternativa a la militancia peronista que no se siente expresada por Sergio Massa. Hay diferencias políticas e ideológicas aún no claras en términos programáticos, sí hay coincidencia en la identificación del enemigo y en la mantención de la unidad de Unión por la Patria.
La situación del país está claramente condicionada por el acuerdo de pagos con el FMI. Un ejemplo: el mes pasado fue clarito, el índice de inflación creció mas por el aumento de tarifas que por los precios de alimentos, bebidas y vestimenta. Las tarifas aumentan para cumplir con las metas del déficit fiscal que el acuerdo con el FMI exige, y esas tarifas aumentadas las pagamos todos. El FMI es la espada de Damocles sobre nuestro pueblo mientras el país siga con este acuerdo. Su refinanciación es imperiosa, para ello el peronismo debe ganar las elecciones. Reformular el acuerdo y pagar con los resultados virtuosos de la explotación de los recursos naturales en manos del Estado, como el gas de Vaca Muerta, el Litio y sus regalías, las retenciones al agro y a las carnes. Sin comprometer el desenvolvimiento de la economía que garantice el crecimiento de los salarios de los trabajadores, el funcionamiento del estado en la salud, la educación, vivienda, la seguridad, las jubilaciones y el pleno funcionamiento del estado y sus empresas.
La refinanciación del acuerdo con el FMI es la base del programa de Unión por la Patria de la misma manera que un aumento de suma fija para los salarios mas atrasados en lo inmediato. La pobreza debe ser atacada desde hoy y asegurar que el próximo gobierno profundizará ese camino, para ello hay que estar dispuestos a enfrentar a los formadores de precios, no sólo el FMI incide en los precios, están los industriales de siempre con siderurgia, alimentos, insumos difundidos y productores agropecuarios, banqueros, monopolios mediáticos, que piensan mas en ganancias siderales que en el pueblo al que pertenecen.
La fracasada gestión en esta cuestión del actual gobierno se resume en dos cuestiones: un acuerdo con el FMI leonino sin poner sobre la mesa la responsabilidad del fondo en ese endeudamiento y la falta de enfrentamiento con los factores de poder locales sin parar los aumentos de precios que carcomen mensualmente los ingresos familiares.
Tal expresión no niega los éxitos del mismo gobierno durante la pandemia, en el programa de excelentes viviendas populares, en la educación forjada en escuelas y universidades, empresas estatales exitosas como Aerolíneas Argentinas, o la reciente inauguración del gasoducto desde Vaca Muerta. Pero los salarios bajos y los precios altos dominan la preocupación de la mayoría.
Un programa de futuro enraizado en los actuales problemas es la cuestión, y el bastonero coincide: es ministro de economía y ¿será presidente?
Un ejemplo dado por un militante ejemplar para copiar, Wado de Pedro al día de haber bajado su postulación a presidente estaba arengando con fuerza en un acto en Lomas de Zamora junto a Massa. La unidad se construye a lo Wado, con Massa, con Grabois y con Cristina.

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