Por Ayelén Bruno |
En una audiencia virtual, el juez Gerardo Gayol del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de La Matanza condenó a 21 años y 8 meses de prisión a Ezequiel Benitez, el policía que efectuó el disparo que mató a Lucas Verón el 10 de julio de 2020 en González Catán.
En la tarde de este miércoles, se realizó la audiencia donde se conocieron las condenas a los polícias bonaerenses Ezequiel Benitez y Cintia Duarte como coautores del asesinato de Lucas Verón. El juez Gerardo Gayol, que preside el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de La Matanza condenó a Benitez a 21 años y 8 meses de prisión por ser responsable de los delitos de “homicidio calificado por abuso de la función policial, cometido con exceso de cumplimiento del deber” y “tentativa de homicidio calificado por abuso de la función policial” por Gonzalo Aguirre, el amigo de Lucas que sobrevivió la noche del 10 de julio de 2020 en González Catán.
Por otro lado, como coautora, Duarte recibió una pena de 4 años por el delito “homicidio calificado por abuso de la función policial, cometido con exceso de cumplimiento del deber”.
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Ambos fueron declarados culpables por un jurado popular en la jornada del miércoles 17 de agosto, realizada públicamente en la UnLaM. Luego, el viernes siguiente, el fiscal Sergio Antín pidió en su alegato 4 años para Duarte y casi 25 para Benitez. Por su parte, la familia Verón había solicitado 33 años y 4 meses para Ezequiel Benítez y 6 años y 4 meses para Cintia Duarte, en una audiencia empañada cuando la policía arrojó gases lacrimógenos a familiares y amigos de la víctima.
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“Justicia por Lucas – A lxs Pibxs se lxs cuida”
Esta tarde se conocieron las sentencias, en una audiencia virtual demorada, con la presencia de los familiares de Lucas. Para destacar la lucha incansable de la familia y amigos de Lucas, del mismo Gonzalo (sobreviviente de esa noche en la que perdió a su amigo) y de las organizaciones de Derechos Humanos de zona oeste.
El homicidio de Lucas a manos de la Bonaerense llegó a un juicio por jurado popular en una universidad nacional del conurbano, con presencia de estudiantes de todas las edades. Una causa de violencia institucional y “gatillo fácil” que no pudieron encubrir las fuerzas policiales.
¿Será que la justicia es lenta? Siempre parece llegar tarde cuando el futuro de las pibas y los pibes de los barrios populares está en juego.
Foto: Eliana Obregón
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